El fenómeno trae el día más largo y la noche más corta
para el 88% de los habitantes del hemisferio norte
Con el solsticio de junio comienza oficialmente el
verano. En todo el mundo, la gente festeja el cambio de estación con hogueras,
festivales y las celebraciones de la Fiesta de la Música. El fenómeno trae el
día más largo y la noche más corta para el 88% de los habitantes del Hemisferio
Norte.
Los astrónomos pueden calcular el momento exacto en el
que se producirá, ya que el solsticio tiene lugar cuando la Tierra alcanza el
punto de su órbita en el que, debido a la inclinación del eje del planeta, el
Polo Norte se encuentra más cerca del Sol. Este año, ese momento corresponderá
a las 6:07 de la mañana, hora del este de Estados Unidos, del día 21 de junio.
Visto desde la Tierra, el Sol aparecerá más al norte que nunca con respecto las
estrellas. Al mediodía, los habitantes del Trópico de Cáncer, situado a 23,5
grados al norte del Ecuador, lo verán pasar exactamente a 90 grados por encima
de su cabeza. Seis meses después, nuestra estrella alcanzará su extremo
meridional y pasará a 90 grados por encima de los habitantes del Trópico de
Capricornio, mientras que en el Hemisferio Norte viviremos los días más cortos
del año y el solsticio de invierno.
Cuando el solsticio de verano se acerca, el ángulo del
Sol con respecto al Ecuador terrestre cambia tan poco a poco que, a lo largo de
unos 10 días, es difícil percibir la transición sin la ayuda de instrumentos.
De ahí viene el término solsticio, que significa "quietud solar".
Debido a la lentitud de la transición, en las latitudes
medias del hemisferio norte, el 21 de junio solo es alrededor de un segundo más
largo que el 20. Hasta que no pase más o menos una semana, el cambio de la
cantidad de luz solar estimada no superará el minuto, e incluso este cálculo es
aproximado. La atmósfera de la Tierra produce mayor o menor curvatura de la luz
sobre el horizonte en función de las condiciones meteorológicas, lo cual puede
inducir variaciones de más de un minuto en las horas de la salida y la puesta
del sol.
VÍDEO: EPV-GETTY
Los monumentos de Stonehenge en Inglaterra, Carnac en
Egipto y Chanquillo en Perú muestran que, durante más de 5.000 años, los
habitantes de los más variados sitios del planeta han tomado nota de los
recorridos septentrional y meridional del Sol. Visto desde el círculo de
ortostatos de Stonehenge, en el momento del solsticio, el sol sale justo encima
de una antigua avenida que conduce al noreste. Sabemos poco de la gente que
erigió el monumento y de las razones por las que realizó tamaño esfuerzo
constructivo, que exigió desplazar piedras de varias toneladas desde
afloramientos situados nada menos que a 225 kilómetros. Todo para señalar el
punto del horizonte al que el Sol regresa cada año para permanecer quieto un
instante antes de reemprender camino hacia el sur. Tal vez ellos, al igual que
nosotros, celebrasen la señal de la llegada del cambio de estación,
Stephen Schneider es catedrático de Astronomía de la
Universidad de Massachusetts Amherst.
Cláusula de divulgación: Stephen Schneider no trabaja
para ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, no
las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación. Tampoco declara
otras vinculaciones relevantes aparte del cargo académico mencionado.
STEPHEN SCHNEIDER
21 JUN 2018 - 21:56 CEST EL PAIS
Visitantes a Stonehenge toman fotos durante el solsticio de verano, el 21 de junio de 2015. TOLGA AKMEN/ANADOLU AGENCY/GETTY IMAGES
Este artículo se ha publicado en inglés en The
Conversation
https://elpais.com/elpais/2018/06/20/ciencia/1529494288_452925.html
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