Menara significa "torre" en el idioma local. El árbol mide 100,8 metros. Foto: UNDING JAMI vía BBC.
Mide más de 100 metros, es tan grande
como una cancha fútbol y para llegar a esa altura debió superar grandes
desafíos. Le contamos como es el gigante de los bosques tropicales y por qué no
hay árboles tan altos en la Amazonia.
Llegar
hasta él y escalarlo fue toda una hazaña. Pero esta grandiosa planta que los científicos llamaron Menara,
o "torre" en malayo, está ayudando a
comprender algunos de los grandes misterios en torno a los árboles.
¿Qué desafíos debe vencer una planta de este tamaño para
alcanzar esa altura?¿Por qué los árboles en el trópico
no son tan altos como las famosas secoyas de California?
¿Y cómo se explica que no haya árboles tan altos en la Amazonia?
Encontrar
a Menara requirió meses de colaboración entre científicos británicos y malayos. El árbol fue detectado inicialmente por
investigadores de la Universidad de Nottingham, liderados por
Doreen Boyd.
"Mi
estudiante de doctorado Chris Chandler fue quien hizo el primer descubrimiento
desde el aire, que fue seguido por una exploración con drones por
investigadores de la Universidad de Oxford", señaló Boyd.
"LIDAR funciona
emitiendo pulsos de láser cada segundo a un objeto en la superficie y
dependiendo del tiempo que el pulso tarda en llegar al objeto y regresar al
sensor, podemos componer un modelo en 3D del bosque y estimar la altura de los
árboles", explicó el investigador a BBC Mundo.
Escalador
La
altura del gigante solo fue confirmada cuando el árbol fue escalado por Unding
Jami, miembro de la Alianza de Investigación de Bosques del Sureste Asiático,
SEARRP por sus siglas en inglés.
"Fue una subida un poco aterradora, hacía bastante
viento y los árboles cercanos estaban muy distantes. Pero la
vista era sensacional. Solo puedo decir que la experiencia fue muy, muy, muy
increíble", relató Jami.
Menara es el árbol tropical más alto jamás registrado y
probablemente la planta con flor, o angiosperma, más alta del planeta.
Competencia por la luz
Menara es un árbol de la
especie meranti amarillo, cuyo nombre científico
es Shorea faguetiana. La especie pertenece a una
familia de plantas llamada Dipterocarpaceae, que
suele hallarse en los bosques bajos húmedos del sureste asiático.
"Todos los árboles en los bosques húmedos crecen mucho hacia arriba para competir por luz, pero estos árboles se elevan como torres sobre sus vecinos más de lo que necesitarían si la luz fuera el único motivo".
"Creemos
también que crecen tan
altos para que sus semillas, dispersadas
por el viento, recorran una distancia lo más extensa posible".
La difícil vida de un gigante
Los
árboles que llegan a grandes alturas deben sortear muchas dificultades para
sobrevivir. Cuanto más alto es un árbol, más
expuesto está al viento y más probable es que pueda quebrarse,
explicó Chandler.
Y a
grandes alturas un árbol también puede alcanzar sus límites hidráulicos. "Bombear
agua hasta esas alturas es muy difícil. Y también es un desafío llevar azúcares
producto de la fotosíntesis desde las hojas hacia abajo a lo largo de todo el
tallo, y alimentar las raíces", afirmó Chandler.
"Esto
significa que en tiempos de sequía, los árboles altos como Menara son
especialmente vulnerables".
La selva de Sabah, donde se
encuentra el árbol, es húmeda durante todo el año, pero
los investigadores temen que debido al cambio climático pueda haber períodos
prolongados de sequía.
Los árboles deben sobrevivir donde les toque germinar. Y Menara
ha sido afortunado. El árbol se halla
detrás de colinas que lo protegen del viento y en un punto
topográficamente bajo con buen acceso al agua.
Son
estas condiciones favorables las que probablemente explican la altura de
Menara, de acuerdo a Chandler. Pero los desafíos que enfrentan los árboles para
crecer establecen un límite.
"Actualmente
se cree que, con buena humedad y baja velocidad del viento, la
altura máxima posible de una angiosperma o árbol con flor es de entre 104 a 106
metros".
Y
eso significa que Menara aún puede seguir creciendo.
No tan alto como una secoya
El
árbol más alto del mundo mundo está en California y es una secoya (Sequoia sempervirens)
llamada Hyperion, que fue descubierta en 2006 y mide 115,7 m.
Las
secoyas no son angiospermas sino gimnospermas. Las
plantas con flores o angiospermas tienen semillas que al madurar están
encerradas en un fruto. El término angiosperma deriva del
griego y significa "semilla envasada".
Las
gimnospermas, en cambio, tienen semillas que no se encuentran en un fruto sino
que están "desnudas", como las de los conos en las coníferas.
Gimnosperma significa en griego "semilla desnuda".
Las
secoyas, al igual que los pinos y otras coníferas, tienen ramas que comienzan
más abajo en el tronco y se van acortando a medida que aumenta la altura.
Las
angiospermas en cambio suelen tener copas que se forman más hacia el tope del
árbol, probablemente para competir por luz.
Esto
significa que el centro de la masa de árboles como Menara esta
más arriba y por lo tanto son más vulnerable al viento.
Por
otra parte, las gimnospermas tiene un sistema más eficiente de bombear agua a
grandes alturas.
¿Podría haber un Menara oculto en la Amazonia?
No
es probable. "Los árboles son mucho más bajos en la Amazonía que en
Borneo", señaló Chandler.
"Una
razón es que las ráfagas de viento son más comunes y enérgicas en
la Amazonia, particularmente en el noroeste, donde eventos
climáticos extremos pueden derribar kilómetros cuadrados de árboles en cuestión
de minutos", explicó el científico.
"El
riesgo extra de ser alto en la Amazonia podría explicar por qué los árboles
allí son más bajos".
"Organismo formidable"
Doreen
Boyd señala que el hallazgo del árbol es clave. "Estos árboles están
alcanzando alturas que jamás habíamos anticipado y debe haber otros similares
que aún no han sido descubiertos. Esto nos muestra por qué debemos proteger
estos árboles".
Para
Chris Chandler, Menara es un "símbolo hermoso
y carismático" sobre la importancia de conservar los bosques.
El
gigante representa además según el investigador la necesidad de cooperación
internacional, con científicos locales, para preservar selvas como las de
Sabah, donde el gobierno local se comprometió a proteger un 30% del bosque
tropical para 2025.
"Menara es un
organismo formidable que simboliza la fortaleza y la resiliencia requerida para
sobrevivir en un ambiente competitivo e impredecible",
afirmó el investigador a BBC Mundo.
"Menara debe tener más
de 500 años de edad y ha visto mucho durante su vida",
agregó. "Siento que con su sabiduría y experiencia mira desde las
alturas a todo el bosque debajo", apuntó.
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