La comunidad científica del Gobierno teme que el presidente altere un documento que atribuye el calentamiento global a la actividad humana
Es un informe de los científicos del Gobierno estadounidense sobre el cambio climático que se actualiza cada cuatro años. Normalmente, el proceso de elaboración quedaría al margen del debate político en Washington, pero con Donald Trump todo es distinto. Alguien ha filtrado el borrador del documento, redactado por científicos de 13 agencias federales, ante el temor de que el presidente o su entorno pudieran alterar las conclusiones o directamente eliminarlas.
La difusión del texto, que publicó este martes el diario The New York Times, revela la pugna sobre el cambio climático entre Trump y sus científicos. El presidente cuestiona la contribución del hombre al calentamiento global y ha decidido sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París. Frente a los científicos de carrera de su Administración que advierten del impacto severo del aumento de las temperaturas en el país y el mundo.
“Abunda la evidencia de cambios en el clima, desde la cima de la atmósfera hasta la profundidad de los océanos”, señala el informe. “Miles de estudios elaborados por decenas de miles de científicos alrededor del mundo documentan cambios en la temperatura de superficies, atmósfera y océanos; el deshielo de glaciares, la desaparición de la cobertura de nieve, la reducción del hielo en los mares y el incremento del vapor de agua atmosférico. Muchas pruebas demuestran que las actividades humanas, especialmente emisiones de gases invernaderos, son principalmente responsables de los cambios climáticos recientemente observados”, agrega.
La Academia Nacional de Ciencias ha aprobado el borrador del documento, pero falta la autorización del Gobierno Trump para poder difundirlo. Uno de los autores dijo al Times que él y otros están preocupados ante la posibilidad de que la Administración modifique el informe.
El texto contradice la opinión del presidente, del jefe de la agencia medioambiental y de la mayoría del Partido Republicano, que reniegan del impacto actual del aumento de las temperaturas. El cambio climático se ha convertido en los últimos años en un asunto enormemente partidista en EE UU. Las donaciones de las industrias contaminantes han influido notablemente en el rechazo de los círculos conservadores al consenso de los expertos sobre la influencia de los combustibles fósiles en las emisiones de dióxido de carbono.
Hay, sin embargo, miembros de la comunidad científica que temen que la filtración del informe sea contraproducente y enfurezca a Trump con las agencias federales. El presidente ha colocado en el Gobierno a negacionistas climáticos y personas vinculadas con la industria fósil. Y ha propuesto un recorte del 25% y el 17%, respectivamente, en los presupuestos de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas inglesas) y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Al anunciarla en junio, Trump justificó en motivos económicos y de recuperación de soberanía la salida de EE UU del Acuerdo de París de 2015. Describió como “debilitante, desventajoso e injusto” el pacto, que fija compromisos voluntarios de reducción de las emisiones y que firmaron todos los países del mundo excepto Siria y Nicaragua.
El presidente evitó entrar en argumentos científicos y desde entonces ha esquivado las preguntas sobre si cree en el calentamiento global. Durante la campaña electoral, el republicano insistió en que el cambio climático era un “engaño”. “Creo que hay un cambio en el tiempo. No soy un gran creyente en la contribución del hombre”, dijo en marzo de 2016. Cuatro años antes, aseguró que el calentamiento global era un concepto inventado por China para dañar a la industria norteamericana.
Más claro ha sido Scott Pruitt, el director de la EPA. En marzo, dijo no estar de acuerdo en que el hombre es un “contribuidor principal” al calentamiento global. Su frase contradecía las propias conclusiones de la agencia medioambiental en su página web, pero desde entonces el apartado sobre cambio climático está siendo actualizado para reflejar las “prioridades” de la nueva Administración.
LAS DÉCADAS MÁS CALUROSAS EN 1.500 AÑOS
En el informe de 2014, se concluía que el cambio climático es “ampliamente” visible y que el aumento de las temperaturas es “principalmente” culpa del hombre. En el de este año, se ahonda en esa conclusión. Se describen más pruebas de la influencia humana en climas extremos pero su impacto no es uniforme.
En los últimos 150 años, las temperaturas en el mundo han subido 0,9 grados y las últimas décadas han sido las más calurosas de los últimos 1.500 años. El informe cree “extremadamente probable” que la mitad del aumento de la temperatura mundial desde 1951 se debe a la actividad del hombre.
El documento pronostica que si se dejaran de emitir gases invernadero la temperatura en este siglo subiría 0,3 grados. Se estima que lo hará en 2 grados, lo que podría alargar las olas de calor y las lluvias extremas. Por encima de ese umbral, las consecuencias serían catastróficas, según los científicos.
Foto principal: Trump gesticula en junio sobre el descenso de la temperatura que asegura se conseguiría con el Acuerdo de París KEVIN LAMARQUE REUTERS
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